Máximas de San Martín para su hija Mercedes

En 1825 el general José de San Martín eligió escribir una serie de normas para la educación de su hija Mercedes expresadas en forma de máximas; en ellas intentó sintetizar las virtudes que él consideraba importantes y a través de ellas se puede entender al menos en parte la visión que tenía el libertador. Algunas son clara muestra de su pensamiento humanista y de su tolerancia ideológica, mientras que otras fueron escritas por las constantes discusiones de San Martín con su familia política sobre el carácter díscolo que demostraba Mercedes a sus ocho años. La validez de cada máxima queda a juicio del lector.

  • Humanizar el carácter y hacerlo sensible, aún con los insectos que nos perjudican.
  • Inspirarle amor a la verdad y odio a la mentira.
  • Inspirarle gran confianza y amistad, pero unida al respeto.
  • Estimular en Mercedes la caridad con los pobres.
  • Respeto hacia la propiedad ajena.
  • Acostumbrarla a guardar un secreto.
  • Inspirarle sentimiento de respeto e indulgencia hacia todas las religiones.
  • Dulzura con los criados, pobres y viejos.
  • Que hable poco y lo preciso.
  • Acostumbrarla a estar formal en la mesa.
  • Amar el aseo y desprecio al lujo.
  • Inspirarle amor por la Patria y por la Libertad.

Carta del Jefe indio Seattle a Franklin Pierce

En 1854, Franklin Pierce, «el Gran Jefe de Washington», hizo una oferta por una gran extensión de tierras indias, prometiendo crear una «reserva» para el pueblo indígena. La respuesta del Jefe Seattle, publicada según una versión que se atribuye al guionista americano Ted Perry, más allá de su extraordinaria belleza, se ha convertido en un manifiesto clásico a favor del respeto al medio ambiente:

El gran jefe de Washington manda palabras, quiere comprar nuestras tierras. El gran jefe también manda palabras de amistad y bienaventuranzas. Esto es amable de su parte, puesto que nosotros sabemos que él tiene muy poca necesidad de nuestra amistad. Pero tendremos en cuenta su oferta, porque estamos seguros de que si no obramos así, el hombre blanco vendrá con sus pistolas y tomará nuestras tierras. El gran jefe de Washington puede contar con la palabra del gran jefe Seattle, como pueden nuestros hermanos blancos contar con el retorno de las estaciones. Mis palabras son como las estrellas, nada ocultan.

¿Cómo se puede comprar o vender el firmamento, ni aún el calor de la tierra? Dicha idea nos es desconocida.

Si no somos, dueños de la frescura del aire ni del fulgor de las aguas, ¿cómo podrán, ustedes comprarlos?

Cada parcela de esta tierra es sagrada para mi pueblo, cada brillante mata de pino, cada grano de arena en las playas, cada gota de rocío en los bosques, cada altozano y hasta el sonido de cada insecto es sagrado a la memoria y al pasado de mi pueblo.

La savia que circula por las venas de los árboles lleva consigo las memorias de los pieles rojas. Los muertos del hombre blanco olvidan de su país de origen cuando emprenden sus paseos entre las estrellas; en cambio, nuestros muertos nunca pueden olvidar esta bondadosa tierra, puesto que es la madre de los pieles rojas.

Somos parte de la tierra y asimismo, ella es parte de nosotros. Las flores perfumadas son nuestras hermanas; el venado, el caballo, la gran águila; éstos son nuestros hermanos. Las escarpadas peñas, los húmedos prados, el calor del cuerpo del caballo y el hombre, todos pertenecemos a la misma familia.

Por todo ello, cuando el Gran Jefe de Washington nos envía el mensaje de que quiere comprar nuestras tierras, nos está pidiendo demasiado. También el Gran Jefe nos dice que nos reservará un lugar en el que podamos vivir confortablemente entre nosotros. El se convertirá en nuestro padre y nosotros en sus hijos.

Por ello consideramos su oferta de comprar nuestras tierras. Ello no es fácil ya que esta tierra es sagrada para nosotros. El agua cristalina que corre por ríos y arroyuelos no es solamente el agua sino también representa la sangre de nuestros antepasados. Si les vendemos tierras, deben recordar que es sagrada y a la vez deben enseñar a sus hijos que es sagrada y que cada reflejo fantasmagórico en las claras aguas de los lagos cuenta los sucesos y memorias de las vidas de nuestras gentes.

El murmullo del agua es la voz del padre de mi padre. Los ríos son nuestros hermanos y sacian nuestra sed, son portadores de nuestras canoas y alimentan a nuestros hijos. Si les vendemos nuestras tierras ustedes deben recordar y enseñarles a sus hijos que los ríos son nuestros hermanos y también lo son suyos y, por lo tanto, deben tratarlos con la misma dulzura con que se trata a un hermano.

Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestro modo de vida. El no sabe distinguir entre un pedazo de tierra y otro, ya que es un extraño que llega de noche y toma de la tierra lo que necesita. La tierra no es su hermana sino su enemiga y una vez conquistada sigue su camino, dejando atrás la tumba de sus padres sin importarle. Le secuestra la tierra a sus hijos. Tampoco le importa. Tanto la tumba de sus padres como el patrimonio de sus hijos son olvidados. Trata a su madre, la tierra, y a su hermano, el firmamento, como objeto que se compran, se explotan y se venden como ovejas o cuentas de colores. Su apetito devorará la tierra dejando atrás sólo un desierto.

No sé, pero nuestro modo de vida es diferente al de ustedes. La sola vista de sus ciudades apena los ojos del piel roja. Pero quizás sea porque el piel roja es un salvaje y no comprende nada. No existe un lugar tranquilo en las ciudades del hombre blanco, ni hay sitio donde escuchar como se abren las hojas de los árboles en primavera o como aletean los insectos. Pero quizás también esto debe ser porque soy un salvaje que no comprende nada. El ruido parece insultar nuestros oídos. Y, después de todo ¿para qué sirve la vida si el hombre no puede escuchar el grito solitario del chotacabras ni las discusiones nocturnas de las ranas al borde de un estanque? Soy un piel roja y nada entiendo. Nosotros preferimos el suave susurro del viento sobre la superficie de un estanque, así como el olor de ese mismo viento purificado por la lluvia del mediodía o perfumado con aromas de pinos.

El aire tiene un valor inestimable para el piel roja ya que todos los seres comparten un mismo aliento – la bestia, el árbol, el hombre, todos respiramos el mismo aire. El hombre blanco no parece consciente del aire que respira; como un moribundo que agoniza durante muchos días es insensible al hedor. Pero si les vendemos nuestras tierras deben recordar que el aire no es inestimable, que el aire comparte su espíritu con la vida que sostiene. El viento que dio a nuestros abuelos el primer soplo de vida, también recibe sus últimos suspiros. Y si les vendemos nuestras tierras, ustedes deben conservarlas como cosa aparte y sagrada, como un lugar donde hasta el hombre blanco pueda saborear el viento perfumado por las flores de las praderas.

Por ello consideramos su oferta de comprar nuestras tierras. Si decidimos aceptarla, yo pondré condiciones: El hombre blanco debe tratar a los animales de esta tierra como a sus hermanos. Soy un salvaje y no comprendo otro modo de vida. He visto a miles de búfalos pudriéndose en las praderas, muertos a tiros por el hombre blanco desde un tren en marcha. Soy un salvaje y no comprendo como una máquina humeante puede importar más que el búfalo al que nosotros matamos sólo para sobrevivir.

¿Qué seria del hombre sin los animales? Si todos fueran exterminados, el hombre también moriría de una gran soledad espiritual; porque lo que le suceda a los animales también le sucederá al hombre. Todo va enlazado. Deben enseñarles a sus hijos que el suelo que pisan son las cenizas de nuestros abuelos. Inculquen a sus hijos que la tierra está enriquecida con las vidas de nuestros semejantes a fin de que sepan respetarla. Enseñen a sus hijos que nosotros hemos enseñado a los nuestros que la tierra es nuestra madre. Todo lo que le ocurra a la tierra le ocurrirá a los hijos de la tierra. Si los hombres escupen en el suelo, se escupen a si mismos. Esto sabemos: La tierra no pertenece al hombre; el hombre pertenece a la tierra. Esto sabemos, todo va enlazado, como la sangre que une a una familia. Todo va enlazado. Todo lo que le ocurra a la tierra, le ocurrirá a los hijos de la tierra.

El hombre no tejió la trama de la vida; él es sólo un hilo. Lo que hace con la trama se lo hace a sí mismo. Ni siquiera el hombre blanco, cuyo Dios pasea y habla con él de amigo a amigo, no queda exento del destino común. Después de todo, quizás seamos hermanos. Ya veremos. Sabemos una cosa que quizás el hombre blanco descubra un día: nuestro Dios es el mismo Dios. Ustedes pueden pensar ahora que Él les pertenece lo mismo que desean que nuestras tierras les pertenezcan; pero no es así. Él es el Dios de los hombres y su compasión se comparte por igual entre el piel roja y el hombre blanco.

Esta tierra tiene un valor inestimable para Él y si se daña se provocaría la ira del Creador. También los blancos se extinguirían, quizás antes que las demás tribus. Contaminen sus lechos y una noche perecerán ahogados en sus propios residuos. Pero ustedes caminarán hacia su destrucción rodeados de gloria, inspirados por la fuerza del Dios que los trajo a esta tierra y que por algún designio especial les dio dominio sobre ella y sobre el piel roja.

Ese destino es un misterio para nosotros, pues no entendemos porqué se exterminan los búfalos, se doman los caballos salvajes, se saturan los rincones secretos de los bosques con el aliento de tantos hombres y se atiborra el paisaje de las exuberantes colinas con cables parlantes. ¿Dónde está el matorral? Destruido. ¿Dónde esta el águila? Desapareció. Termina la vida y empieza la supervivencia.

6 frases que utilizamos a diario

Decir que vivimos en la era de los teléfonos inteligentes y las personas ignorantes; es una afirmación demasiado negativa, basta ponerse a pensar que existen frases que utilizamos a diario y no alcanzamos a comprender mucho de su origen, su sentido o su validez, para muestra algunos ejemplos:

  • Pensar en la inmortalidad del cangrejo

Usada cuando nos burlamos de alguien que se encuentra ensimismado o distraído, se basa en un dilema filosófico que plantea que al ser el cangrejo un ser irracional que no es consciente de sí mismo y que por extensión no sabe que su vida terminará, para efecto práctico el cangrejo es inmortal.

Este tipo de pensamientos son propias del pragmatismo que busca encontrar la verdad en función de las consecuencias de lo que funciona, además de ello, han sido varios los poetas que han dedicado sus pensamientos a este postulado entre ellos Miguel de Unamuno.

  • ¡Qué mal dato, no siembres cizaña!

Utilizada generalmente cuando alguien quiere distanciar amigos, novios o similares, con comentarios conflictivos, el sembrar cizaña es una táctica antigua utilizada por los enemigos para “encargarse” de sus adversarios, consistía en sembrar esta curiosa planta entre los trigales de la gente que se quería afectar, en los tiempos de cosecha, el grano era molido y durante esta acción esta nociva planta liberaba toxinas que enfermaban e incluso mataban a quienes ingerían el pan producido con la harina resultante; pese a lo escalofriante del relato a veces a uno le da más miedo la lengua de algunas personas que la tétrica cizaña!!

  • Chuta, el man se cree de sangre azul…

… No es debido a tener alma de bolígrafo, pero esta frase usada para esas personas que buscan siempre trato preferencial o que demuestran gustos particulares, surge de la europa medieval en la que las clases nobles se dedicaban a labores domésticas mientras que el campesino común se ganaba la vida trabajando en el campo expuesto varias horas al sol, la falta del mismo en las clases superiores hacía que tuvieran una piel extremadamente pálida y por tanto las venas sobresalían en brazos y cuello dando en su conjunto una apariencia “azul”, ni que pitufos…

  • Necesitamos un chivo expiatorio

Pese a que en esta parte del mundo el cristianismo es la religión predominante seguimos buscando chivos expiatorios sobre todo cuando se habla de un crimen. El necesitar un “chivo expiatorio” proviene de la tradición judía de expiar los pecados a través de la ofrenda de un animal generalmente un chivo (la gente acomodada sacrificaba bueyes, mientras que la clase humilde se conformaba con palomas), el inocente animal de turno era sacrificado en medio de oraciones para permitir al pecador quedar absuelto de todas las culpas. Contrastando con la actualidad en la que dentro de la política, uno no siente tanta piedad por los “animales” de turno.

  • No entender ni jota

Nuestra generación chavista (Por el Chavo del Ocho no por Hugo Chávez), se precia de honrar al personaje de Don Ramón con el uso de esta frase, sin embargo, su origen se remonta a la situación discriminatoria en la que el idioma español tuvo a la letra jota durante un largo tiempo.

La jota fue originalmente adaptada de la letra yod del alfabeto hebreo posteriormente usada como consonante por los romanos, y fue precisamente la adición de esa peculiar curva en forma de rulo lo que dificulto su lectura en un inicio, por lo que en la antigüedad muchas personas tenían dificultad para entenderla, posteriormente su uso se masificó, aunque se necesitó de algunos siglos para su puesto final entre la i y la k dentro de nuestro actual alfabeto.

  • Me salvé por un pelo

Esta expresión casi siempre acompañada de alguna frase de gratitud a un ser supremo, se entiende como el salvar un peligro por muy poco, aunque en principio se daría a entender que la frase surge por lo pequeño y delgado de un cabello, su origen se remonta al inicio del transporte marítimo, debido a la falta de elementos de guía y de cartografía, los hundimientos eran muy comunes, los marinos en precaución de que alguien les socorriera se dejaban crecer el pelo para ser levantados con facilidad, literalmente si uno tenía suerte se salvaba por los pelos… qué de pelos!!

Impresiones de la Migración

Me van a permitir emitir un punto de vista, humano, no números , ni discurso político, pues el  término migración implica más allá de un término estadístico, básicamente inmiscuye a seres humanos, a nosotros mismos, quienes de nosotros no tenemos  un familiar cercano, que por las razones que fueran , se halle este momento, jugándose la vida por lugares remotos, con las fronteras de nuevas costumbres, intereses ajenos a los suyos, lugares que  a beneficio propio  les han abierto las manos, cosa que su propio país no supo o no quiere hacerlo, pues es tal la miopía de nuestros gobernantes de turno, y tal el egoísmo de los poderes centrales

En el proceso actual de globalización es pertinente el hecho de que las brechas socio-educativas y sobre todo económicas se van incrementando, es tal la rapidez de generación de información, que nos vemos superados ampliamente con nuestra capacidad de asimilación y producción de conocimientos.

Desde un punto de vista netamente humano, es evidente la pérdida, del horizonte, estamos frente a la satisfacción de la economía de consumo a favor de los entes productivos y casi se ha perdido la orientación de servicio y de dignificación de la  persona humana.

Hablar de migración son palabras mayores, específicamente en nuestro país, pues el número  de compatriotas que han dejado su tierra, en busca de mejores oportunidades, conocemos que una tercera parte de nuestra población se halla afincada en otras latitudes, donde se hallan ocupadas en realizar actividades nada agradables para los habitantes de esos territorios, pero que son un estímulo para los nuestros, que encuentran los medios para sobrevivir y tienen la oportunidad de generar recursos a sus familiares.

Hablar de Migración, no es nuevo en Nuestro Continente, acaso, no se dio un fenómeno inverso en los inicios del siglo pasado, cuando los europeos empobrecidos al extremo luego de las guerras mundiales, se arriesgaron a migrar a tierras americanas de donde surgieron económica  y culturalmente.

Después de todo lo explicado no queda más que afrontar a la migración como un hecho actual y que nos envuelve a todos ya que será nuestra tarea  las acciones a tomarse en pro de disminuir los efectos adversos tanto  sociales como afectivos, pues cada ecuatoriano que ha migrado es un hogar disociado y que abarca una infinidad de graves consecuencias de la pérdida de los valores fundamentales que afectan a esta y las futuras generaciones.

Realidades históricas y actuales

Pablo Rodrigo Jiménez

Sangre y mestizaje en la América Hispánica

Sobre el Matrimonio

La pragmática sobre matrimonios (1778) ha sido una de las leyes que más ha motivado investigaciones entre los historiadores de la familia en los últimos veinte años. De México a Chile los historiadores han analizado su incidencia en los arreglos matrimoniales. Comprendida dentro del reordenamiento social emprendido por los Borbones en América, la pragmática marcó un giro en la formación de los matrimonios locales. No es fácil elaborar estadísticas  para precisar cuánto determinó la pragmática la decisión posterior de los “cónyuges aceptables”. Pero a decir por los juicios de disenso surgidos en las distintas provincias, podríamos afirmar que se provocó, si no una crisis, sí una confrontación. Tanto su extensa difusión, que sabemos fue divulgada en las parroquias de las más apartadas villas, como las prerrogativas que dio a los padres y especialmente a otros miembros de la familia, la pragmática convirtió cada matrimonio en una oportunidad de debate público. Los enfrentamientos entre parientes por la calidad del cónyuge escogido cubrieron todos los grupos sociales.

La búsqueda del sitial del mestizo

De todas maneras, uno de los esfuerzos más sorprendentes que realizaban los “libres de todos los colores” buscaba obtener un reconocimiento de los demás. Puesto que carecían de los títulos y calidades de los grupos nobles, su aspiración no era ser valorado por ellos, sino por sus iguales en los medios locales. La documentación que surge de los archivos judiciales, que revela la complejidad de la negociación de esos reconocimientos, enseña la afirmación del individualismo. En ellos el mestizo silencia sus antepasados para resaltar la importancia de su propia proyección social.